Enfermedad celíaca y Sensibilidad no celíaca al gluten ¿Son lo mismo?

Enfermedad celíaca y Sensibilidad no celíaca al gluten, dos cuadros que plantean interrogantes en la medicina actual.

No cabe duda que los problemas de salud relacionados a comer alimentos que contienen gluten han aumentado en los últimos años. Los síntomas que generan son variados y pueden ser intensos y muy molestos, por lo que a menudo las personas afectadas se autoimponen una dieta sin gluten para “hacer la prueba” y ver si logran sentirse mejor. Vale la pena hacer las cosas así? Desde el punto de vista médico esta situación es la peor posible, porque no hay diagnóstico, no sabemos si realmente es el gluten u otras proteínas del trigo lo que produce las molestias y no sabemos qué esperar del tratamiento, o sea de la dieta sin gluten. Es importante hacer un diagnóstico y saber si se justifica instalar una dieta sin gluten. Sí, porque las dietas que eliminan alimentos no son inofensivas, y esto vale también para el gluten. El dejar de consumir ciertos alimentos no solo crea un problema social, que puede hacer que la persona que la sigue se sienta aislada, también introduce el riesgo de generar algunas deficiencias, que es necesario corregir y manejar a lo largo del tiempo. Los celíacos que se mantienen en control son apoyados y aprenden a manejar estos riesgos. Y aprender sobre la dieta libre de gluten es crucial porque en la enfermedad celíaca y la llamada sensibilidad no celíaca al gluten la dieta de eliminación del gluten es el único tratamiento eficaz.

A medida que estos cuadros se han hecho más frecuentes se hace necesario conocerlos y diferenciarlos. En qué consiste la enfermedad celíaca? Es una enfermedad autoinmune, que afecta todo el organismo tanto en niños como adultos, que puede aparecer a cualquiera edad y que permanece presente toda la vida. Tiene una sintomatología muy variable y se diagnostica en dos pasos: i) medición de los anticuerpos antitransglutaminasa 2 (IgA-TTG) y antiendomisio (EMA), que evalúan la autoinmunidad, y ii)  biopsia de duodeno, que informa sobre la calidad del daño que  se ha producido en el intestino delgado y confirma el diagnóstico. Como hemos dicho, su tratamiento es la dieta libre de gluten, permanente y estricta, por toda la vida. En la sensibilidad no celíaca al gluten, los síntomas también son muy variados y su característica principal es que tanto la medición de los anticuerpos en sangre como la biopsia intestinal son normales, por lo que se descarta la enfermedad celíaca. Sin embargo, al hacer una dieta sin gluten, las molestias rápidamente desaparecen o se minimizan.

Se parecen ambas condiciones? Sí, las dos responden a la dieta libre de gluten. En ambos casos la dieta apaga los síntomas en la gran mayoría de los casos.

En que se diferencian? La enfermedad celíaca es una condición autoinmune con un fuerte componente genético, conocida desde hace muchos años, que no se cura, y que obliga a mantener una dieta estricta y permanente sin gluten, ya que tiene complicaciones importantes. La sensibilidad no celíaca en cambio, es una condición que se conoce desde hace pocos años, en la que aún no hay un conocimiento acabado y pleno de ella. Se sabe ya que no tiene la genética de la enfermedad celíaca, no presenta los anticuerpos sanguíneos que se encuentran en la enfermedad celíaca y que reflejen aumento de la autoinmunidad en el organismo, aunque puede que tenga cierta participación del sistema inmunológico; y no presenta daño en el intestino delgado a pesar que puede tener síntomas gastrointestinales y/o no gastrointestinales intensos. No está claro aún si comparte los riesgos a largo plazo de la enfermedad celíaca. Como está siendo activamente estudiada en todo el mundo, se estima que estos aspectos se aclararán en los próximos años.

Magdalena Araya MD, PhD.

Presidenta de Coacel.

 

 

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